6 raciones | 30 minutes | 350 kcal
Esta receta es un giro vegano del clásico crujiente de fresas y ruibarbo, que es un plato tradicional en muchos hogares europeos y norteamericanos. La adición de helado de coco se inspira en los sabores tropicales del sudeste asiático, creando una fusión perfecta de sabores.
Recuerdo una vez que servía este plato en mi restaurante. Me había visitado un avezado crítico gastronómico, conocido por su afición a los platos con carne. Después de probar este postre, no podía creer que un plato vegano pudiera ser tan delicioso y apetitoso. Nos hizo una crítica elogiosa, destacando especialmente este postre.
Ingredientes
- 500 gramos ruibarbo fresco
- 500 gramos fresas frescas
- 200 gramos azúcar blanco
- 150 gramos harina común
- 100 gramos azúcar moreno
- 100 gramos copos de avena
- 100 ml aceite de coco
- 50 gramos mantequilla vegana
- 500 ml helado de coco vegano
Instrucciones
- Precalienta el horno a 190°C (375°F).
- Corta el ruibarbo y las fresas en trozos pequeños.
- En un bol, mezcla el ruibarbo, las fresas y el azúcar blanco.
- En otro bol, mezcla la harina, el azúcar moreno, la avena y el aceite de coco hasta obtener una textura desmenuzable.
- Vierte la mezcla de fruta en una fuente de horno y cúbrela con la mezcla de migas.
- Hornea durante 45 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y la fruta burbujee.
- Sirve el crujiente caliente con una bola de helado vegano de coco por encima.